Gazeta de Notícias -
Después de la primera reunión de la Pontificia Comisión
para la Tutela
de Menores, realizada del 1º al 3 de mayo, el grupo constituido en el Vaticano
para desarrollar procedimientos de control de abuso sexual contra niños,
adolescentes y adultos vulnerables expresó su solidaridad con las víctimas.
Afirmó también que ellas serán prioritarias en cualquier decisión que la Iglesia Católica tome
en relación con este tema.
La tarea principal será preparar los estatutos de la Comisión, que definirán las competencias y funciones del organismo. El objetivo del encuentro inicial, en la ciudad del Vaticano, fue presentar al Papa Francisco recomendaciones relativas a las funciones de la Comisión y elaborar propuestas para el nombramiento de nuevos miembros oriundos de diversas partes del mundo.
En este momento inicial, la pretensión es discutir cómo se realizará el trabajo de la Comisión, examinando propuestas y vislumbrando cooperaciones futuras con miembros de la Curia Romana, órgano administrativo de la Santa Sede, constituido por las autoridades que coordinan y organizan el funcionamiento de la Iglesia Católica.
Con el tiempo, el grupo deberá proponer iniciativas para estimular la responsabilidad local en el mundo y el intercambio recíproco de "mejores prácticas” para la protección de la infancia y la adolescencia, con iniciativas de entrenamiento, educación, formación y respuesta a los abusos. "Creemos particularmente importante garantizar el ejercicio de la responsabilidad en la Iglesia, incluyendo el desarrollo de los instrumentos para protocolos y procedimientos eficaces y transparentes”, afirmó la Comisión a la prensa.
Para ello, se sugerirán a Francisco caminos para expresar con precisión el carácter de la comisión, su estructura, actividades y objetivos. "Está claro, por ejemplo, que la Comisión no tratará casos individuales de abuso, pero podrá presentar recomendaciones sobre directrices para asegurar la obligación de la responsabilidad y prácticas mejores”, explicó.
En los estatutos, entonces, deberán constar orientaciones para sensibilizar a los sacerdotes sobre las consecuencias de los abusos sexuales y de la falta de escucha, de informes y de apoyo a las víctimas y sus familias. "Mientras los católicos se empeñan en convertir a nuestras parroquias, escuelas e instituciones en lugares seguros para todos los menores, nosotros nos empeñamos junto con las personas de buena voluntad para garantizar que los niños y los adultos vulnerables sean protegidos contra los abusos”, afirmó la Comisión.
Historial
En los últimos años, varias denuncias surgieron en muchas partes del mundo referentes al abuso sexual de niños y adolescentes practicados por clérigos de la Iglesia Católica. Brasil, Portugal, Alemania, Australia, España, Bélgica, Francia, Reino Unido, Irlanda, Canadá y Estados Unidos se destacan en la repercusión de los casos.
Escándalos sucesivos llevaron al entonces Papa Benedicto XVI, en 2010, a afirmar que Dios "nos guiará por el camino del coraje que precisamos para no dejarnos intimidar por los chismes de la opinión dominante y darnos valentía y paciencia para apoyar a los otros”. Católicos llegaron a reunirse ante la Abadía de Westminster, considerada la iglesia más importante de Londres (Inglaterra), pidiendo la salida del pontífice.
Después que Francisco asumió el papado, en marzo de 2013, afirmó que la Iglesia debería tener la protección de los jóvenes entre sus más altas prioridades, anunciando la Comisión el 5 de diciembre de aquel año e instituyéndola el 22 de marzo de 2014.
* Con informaciones de Official Vatican Network.
Adital
La tarea principal será preparar los estatutos de la Comisión, que definirán las competencias y funciones del organismo. El objetivo del encuentro inicial, en la ciudad del Vaticano, fue presentar al Papa Francisco recomendaciones relativas a las funciones de la Comisión y elaborar propuestas para el nombramiento de nuevos miembros oriundos de diversas partes del mundo.
En este momento inicial, la pretensión es discutir cómo se realizará el trabajo de la Comisión, examinando propuestas y vislumbrando cooperaciones futuras con miembros de la Curia Romana, órgano administrativo de la Santa Sede, constituido por las autoridades que coordinan y organizan el funcionamiento de la Iglesia Católica.
Con el tiempo, el grupo deberá proponer iniciativas para estimular la responsabilidad local en el mundo y el intercambio recíproco de "mejores prácticas” para la protección de la infancia y la adolescencia, con iniciativas de entrenamiento, educación, formación y respuesta a los abusos. "Creemos particularmente importante garantizar el ejercicio de la responsabilidad en la Iglesia, incluyendo el desarrollo de los instrumentos para protocolos y procedimientos eficaces y transparentes”, afirmó la Comisión a la prensa.
Para ello, se sugerirán a Francisco caminos para expresar con precisión el carácter de la comisión, su estructura, actividades y objetivos. "Está claro, por ejemplo, que la Comisión no tratará casos individuales de abuso, pero podrá presentar recomendaciones sobre directrices para asegurar la obligación de la responsabilidad y prácticas mejores”, explicó.
En los estatutos, entonces, deberán constar orientaciones para sensibilizar a los sacerdotes sobre las consecuencias de los abusos sexuales y de la falta de escucha, de informes y de apoyo a las víctimas y sus familias. "Mientras los católicos se empeñan en convertir a nuestras parroquias, escuelas e instituciones en lugares seguros para todos los menores, nosotros nos empeñamos junto con las personas de buena voluntad para garantizar que los niños y los adultos vulnerables sean protegidos contra los abusos”, afirmó la Comisión.
Historial
En los últimos años, varias denuncias surgieron en muchas partes del mundo referentes al abuso sexual de niños y adolescentes practicados por clérigos de la Iglesia Católica. Brasil, Portugal, Alemania, Australia, España, Bélgica, Francia, Reino Unido, Irlanda, Canadá y Estados Unidos se destacan en la repercusión de los casos.
Escándalos sucesivos llevaron al entonces Papa Benedicto XVI, en 2010, a afirmar que Dios "nos guiará por el camino del coraje que precisamos para no dejarnos intimidar por los chismes de la opinión dominante y darnos valentía y paciencia para apoyar a los otros”. Católicos llegaron a reunirse ante la Abadía de Westminster, considerada la iglesia más importante de Londres (Inglaterra), pidiendo la salida del pontífice.
Después que Francisco asumió el papado, en marzo de 2013, afirmó que la Iglesia debería tener la protección de los jóvenes entre sus más altas prioridades, anunciando la Comisión el 5 de diciembre de aquel año e instituyéndola el 22 de marzo de 2014.
* Con informaciones de Official Vatican Network.
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